Soberanía y Autodeterminación indígena Mapuche

Por Nina Dean – 1 de noviembre de 2010

El 150 aniversario de la Conmemoración del Reino indígena Mapuche de Araucanía y Patagonia será celebrado con sobriedad el 17 de Noviembre de 2010, una celebración histórica, la cual, paradójicamente tiene lugar durante el Bicentenario de las Repúblicas de Chile y de Argentina. La feliz ocasión será observada solemnemente por el soberano actual, SAR Príncipe Felipe en la Cheze, Francia, lugar de nacimiento del monarca fundador, el Rey Aurelio Antonio Iº .

La fundación del Reino de Araucanía y Patagonia en 1860 por las máximas autoridades Mapuches de la época, los Lonkos Kilapan, Kalfukura y Aurelio Antonio de Tounens, representó un medio pacífico y no violento de defensa interna; fue un medio por el cual se mantuviese la autonomía Mapuche contra el asalto colonial inminente de los estados farsantes de chile y Argentina, el Reino cayó bajo su ataque directo y coordinado.

Las Repúblicas recientemente creadas temían que la coordinación entre el Estado Soberano recién creado y la antigua guerrera nación Mapuche podía amenazar sus planes de anexionar el territorio Mapuche como medio de expansión y dominación colonial. Los temores de la República estaban bien fundados, porque la nación Mapuche había defendido satisfactoriamente su territorio (Wallmapu) durante más de 300 años contra la Corona Española y sus sucesores, las post Ibero americanas repúblicas de Chile y Argentina. Sin embargo con la progresión de armamentos modernos, tales como el rifle Remington y, utilizando como arma la propaganda ampliamente orquestada de las repúblicas, procedieron a socavar el Reino y a su Monarca, combinando como métodos elegidos para el sometimiento, la fuerza bruta y la desinformación.

El Rey Aurelio Antonio fue ferozmente perseguido por las fuerzas militares del Gobierno, quienes dos años después de la adopción del gobierno monárquico, finalmente en 1862, consiguieron secuestrarlo, el Rey fue encarcelado y enviado a un Tribunal Chileno ilegal donde fue calificado catalogado como lunático y enviado a un centro mental chileno. Sin embargo, la fuerte y visionaria devoción del francés hacia lo logrado, así como su profunda convicción, cómo la de cualquier gran líder nacional, fue inquebrantable. Aún siendo exiliado a Francia después, volvió en tres ocasiones a su querido pueblo  Mapuche, para continuar la resistencia nacional del Wallmapu contra las invasiones extranjeras, sólo para finalmente ser devuelto a Francia por la fuerza, donde vivió en el exilio lejos de su gente y su antiguo sagrado territorio, murió más tarde el 17 de septiembre de 1878. No obstante, ocupó el trono durante 18 años, tanto en suelo Mapuche, como en el exilio en Francia. Antes de su fallecimiento el Rey Aurelio Antonio Iº  modificó la Constitución Real con el propósito de legitimar la transición del título real por medio hereditario o electivo, asegurando así  la transferencia del título a un heredero adecuado y capaz, con la intención de asegurar la continuidad del Reino. Como el Rey Aurelio murió sin designar su sucesor, fue elegido Rey, previamente a su muerte, Achiles, quien reinó durante 24 años.

En 1902, el Rey Achiles I fue sucedido en el trono por Antonio II, seguido por Laura Therese en 1903, Antonio III en 1916 y el Rey Príncipe Felipe en 1951, quien actualmente ocupa el trono como el monarca reinante más longevo hasta la fecha. En el año del 150 aniversario del Reino, el Príncipe Felipe celebrará 59 años como Monarca.

Entre 1862 y 1865 las ambiciosas y brutales repúblicas de Chile y Argentina activaron la anexión genocida y violenta del Reino Mapuche, Wallmapu, bajo la forma de la infame “Pacificación de la Araucanía” en Chile, y la “Campaña del Desierto” en Argentina. En violación de más de 30 tratados internacionales firmados entre, la nación Mapuche, la Corona Española, Chile y Argentina, las anteriormente mencionadas repúblicas, han mantenido la ocupación ilegal del territorio ancestral Mapuche. El Reino de la Araucanía y Patagonia ha sobrevivido desde entonces en el exilio en el país de nacimiento del Rey Antonio I, manteniendo su especial relación con el pueblo Mapuche.

No es casualidad que veamos muchos paralelismo entre la desestabilización maquiavélica y estratégica de la resistencia Mapuche de su tierra de hoy y, aquella contra la agresión republicana durante el Gobierno del Reino de Araucanía y la Patagonia, ya que las entidades coloniales y sus agendas sin escrúpulos están en juego hoy en día, como lo fueron durante la época de la pacificación original, sus motivaciones no cambian. En 1860 vemos la lucha de las repúblicas coloniales por los valiosos recursos del territorio Mapuche, con los cuales ayudar a la expansión y prosperidad económica del Estado, encontramos que hoy las actuales repúblicas de Chile y Argentina permanecen en la búsqueda de la misma apropiación ilegal en el marco del proyecto recién iniciado por la Administración chilena de derecha, conocido como Plan de la Araucanía, proclamado por el Presidente Piñera como la 2º Pacificación de la Araucanía. Así, en constante infracción de la legislación internacional, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígena, la política encubierta de represión indígenas para, así ayudar al control de los recursos naturales, permanece agresiva, prolífica y sin escrúpulos. El asesinato, descrédito y persecución de líderes nacionales y activistas Mapuche continúa, como se hizo durante la invasión de 1860. La manipulación controlada de los medios de comunicación republicanos, de propiedad de las élites políticas, ayudan a este proceso de asimilación y de represión contra los mapuches, como lo hizo inicialmente durante la anexión del territorio Mapuche.

La unión de la Nación Mapuche por mandato de sus máximas autoridades nacionales de la época Lonko Kilapan, Kalfukura y el Rey Aurelio Antonio dio lugar al Reino de Araucanía y Patagonia, lo que significó una colaboración única entre una entidad social, política y económica indígena tradicional y un modelo europeo de gobierno soberano, conservando al mismo tiempo la estructura tradicional y el liderazgo de las autoridades de la nación indígena. Esta alianza única e inusual dio lugar al Reino que existe hoy en día. De conformidad con la Constitución original el Reino se compone de jefes soberano de Estado y su Consejo Real integrado por consejeros Mapuche y no-Mapuche.

Como la celebración del 150 Aniversario Mapuche coincide con el Bicentenario de las repúblicas de Chile y Argentina, se necesita de la cohesión y solidaridad Mapuche frente a la tácticas de ‘dividir para reinar’, tales como las consagradas en la Ley Antiterrorista recientemente reformada, que se ha convertido en aún más relevante para sobrevivir de nuevo a los estragos del asalto post-colonial, con la intención de absorber y aniquilar a la antigua nación Mapuche y a sus generaciones venideras.  El Reino de Araucanía y Patagonia permanece fiel a sus principios que le dieron origen, bajo el espíritu del Rey Aurelio Antonio y los fundadores Mapuche originales tanto como, durante este período crucial de hostilidad externa contra la Nación Mapuche o, como lo ha hecho a través de un siglo y medio de represión concertada. 

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Traducida por: Isabel Lozano Alonso

 

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