En el 150 Aniversario:

Reseña histórica del Reino de Araucanía y Patagonia

Por Reynaldo Mariqueo* – 2 de Noviembre, 2010

Introducción

Dentro del proceso de consolidación de la independencia de la nación Mapuche, las más prominentes autoridades políticas, militares y espirituales de la nación Mapuche (toki, lonko, machi, werken, weupife*), junto con el ciudadano de origen francés Orelie-Antoine de Tounens  -naturalizado Mapuche- fundaron el 17 de noviembre de 1860 el Reino de Araucanía y Patagonia. Entre las autoridades Mapuche participantes estaban toda la plana mayor de Tokis y Lonkos, incluyendo los Toki Mañil, Kilapan y Kalfukura, los cuales estaban al mando de las tropas mapuche que custodiaban la frontera, preparadas para rechazar cualquier incursión militar de los estados de Chile y Argentina.

La formación del Reino de Araucanía y Patagonia (RAP) está caracterizada por esa tendencia natural que el pueblo mapuche tiene de su defensa nacional, cuyas políticas y estrategias de resistencia se han ido readecuando a las circunstancias históricas del momento. Esta flexibilidad para adoptar e innovar nuevas armas y métodos de resistencia, le había asegurado hasta entonces su supervivencia, cuyo objetivo a última instancia estaba orientado a mantener el Wallmapu libre e independiente. La formación del RAP fue también una muestra ante el mundo del ejercicio de su inalienable derecho a la libre determinación y, con ello, la reafirmación de la vigencia de la frontera establecida con España el 6 de enero de 1641 en el tratado de Killen. Frontera que subsecuentemente fue ratificada por ambas partes en una treintena de tratados bilaterales, el último de los cuales se celebró en Negrete entre los días 3-5 marzo de 1803 (7 años antes de la declaración de independencia de los estados de Chile y Argentina).

Está claramente establecido que la lucha de emancipación de los chilenos y argentinos de España, iniciada con su declaración de independencia en 1810, no afectó a la jurisdicción territorial ni a la soberanía que el pueblo Mapuche ejercía al sur del rio Bío-Bío, hacia el Pacifico, y al sur del rio Colorado, hacia el Atlántico, como bien lo señalan los mapas de la época (ver mapa)*, porque dichas regiones nunca formaron parte de los dominios de ultramar de la Corona de España.
______________________

Mapa publicado cerca de 1830. En él se ilustra que tanto Argentina o Chile no tenían jurisdicción en el territorio Mapuche. Ver mapa completo. clic aquí

Sin embargo, para explicar la ocupación del territorio Mapuche, ambas repúblicas han tratado de apoyarse en el principio legal uti possidetis juris (lo que ya posees, lo seguirás poseyendo) alegando que dicho principio es aplicable también al sur del rio Bío-Bío. Esta tesis es totalmente falsa por la simple razón de que las divisiones administrativas de España, entre el Virreinato del Rio de la Plata y la Capitanía General de Chile, no incluía el territorio Mapuche al sur de los ríos anteriormente mencionados, como se subentiende de la firma de una treintena de tratados, en los que España reiteradamente reconoce dicho límite fronterizo.

Así también lo entendieron los fundadores de ambas republicas, quienes reconocieron la frontera establecida con España en sus respectivas legislaciones, mostrándose conforme con la vigencia de dichas fronteras y con los mencionados tratados que la validaban. Situación que está reflejada en la Carta enviada por Bernardo O’Higgins a las autoridades mapuche en la que señala: “Os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y  está a punto a ratificar este reconocimiento por un acto público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros Estados” (1). Aun más, en los primeros 50 años de su fundación, las repúblicas de Chile y Argentina fortificaron la mencionada frontera, lo cual es un reconocimiento explicito de dicha frontera, a esto hay que añadir el hecho de celebrar nuevos tratados con la nación Mapuche, lo cual reitera ese reconocimiento de la soberanía que el pueblo Mapuche tenía sobre su territorio.

En consecuencia, la anexión forzada del territorio Mapuche por los estados de Chile y Argentina, consumada 25 años después de la formación del Reino de Araucanía y Patagonia, fue una acción ilegal. Ello sólo fue posible por el empleo de la fuerza militar, valiéndose, lisa y llanamente, de la superioridad armamentista de sus ejércitos. Por lo tanto en conformidad con las normas del derecho internacional, ambos estados poseen el territorio mapuche en calidad de facto (de hecho), mientras que el Reino de Araucanía y Patagonia y los mapuche la poseen de jure (por derecho).

La decisión política de nuestras autoridades ancestrales de establecer un sistema de gobierno monárquico, constitucional y hereditario situó al pueblo Mapuche en los niveles institucionales de los países de Europa, compatibilizando así su organización socio-cultural tradicional con los estándares internacionales modernos, universalmente aceptados por la comunidad de naciones. Seguidamente a la ocupación del territorio Mapuche por las republicas vecinas, el RAP se vio forzado a establecerse en el exilio. Su supervivencia sólo fue posible gracias al estilo de gobierno adoptado por el pueblo Mapuche, que por las características propias de un gobierno monárquico, con derechos inherentes, pudo prolongarse en el tiempo y de esta forma salvaguardar los poderes adquiridos en 1860 y establecidos en la constitución.

La formación del Reino de Araucania y Patagonia

Es importante destacar que las autoridades del pueblo mapuche discutieron la opción de adoptar un sistema de gobierno republicano o monárquico, este hecho jamás es mencionado por los historiadores no-mapuche, ignorándose así que la decisión final fue adoptada después de un amplio proceso de discusión y de consulta popular. Consecuentemente, la decisión fue consensuada por una población libre e informada, y esta se llevó a efecto carente de toda presión externa. Por lo tanto, la formación del RAP fue una decisión tomada democráticamente, motivo por el cual no existen testimonios de voces discrepantes ni de disidencias a esta forma de gobierno, ni por la población mapuche ni por sus autoridades de la época.

La asamblea constituyente conocida como, Füta Koyog*, que dio origen al RAP, deliberó durante 4 días; en ella participaron más de tres mil representantes de las cuatro identidades territoriales y políticas, conocidas como meli wixan-mapu*, las cuales componían la Araucania y Patagonia, territorio mapuche que hoy se conoce como Wallmapu*. Las autoridades mapuches eligieron, por unanimidad, a Orélie-Antoine de Tounens como su Primer Soberano, quien fue investido oficialmente con todos los honores civiles, militares y religiosos, acompañados de ceremonias rituales propias de la cultura milenaria mapuche.  La Constitución del Gobierno Monárquico, adoptada el 17 de noviembre de 1860, incluía un Consejo de Estado, un Consejo del Reino, una Corte Suprema, ministerios y un cuerpo legislativo nominado por sufragio universal. El gobierno estaba integrado por los más notables toki y lonko, los cuales pasaron a cumplir diversas funciones en el nuevo gobierno. Una segunda asamblea nacional (Füta Koyog), no menos numerosa, se llevó a efecto entre el 25 al 30 de diciembre del mismo año (1860), con la participación de los meli wixan-mapu, en la que los mapuche ratificaron el nombramiento de Aurelio-Antonio I como Soberano del Reino de Araucanía y Patagonia.

El sistema de gobierno monárquico adoptado por los mapuches se autodefinió como constitucional y parlamentario, similar a los sistemas de gobiernos que hoy rigen en un importante número de democracias europeas. Los mapuches iniciaron con ello un proceso de institucionalización del Wallmapu, de reorganización de la sociedad invocando los ideales y valores de libertad e independencia que los caracterizó durante cientos de años. Por encima de todo, los mapuches buscaban obtener apoyo y reconocimiento internacional para su nación, con objeto de salvaguardar la integridad territorial del país, cuya frontera la habían hecho respetar, a través de los siglos, lisa y llanamente por la gallardía y determinación en los campos de batalla. Hay que subrayar que durante todo el período de colonización española en Hispanoamérica, los mapuches o araucanos, como entonces se les llamaban, permanecieron libres e independientes durante más de tres siglos en su territorio ancestral.

Para fortalecer el nuevo estado nacional, el Rey Aurelio-Antonio I y su gobierno tomaron una serie de medidas encaminadas a legitimar los derechos soberanos adquiridos tras la formación del Reino. La constitución promulgada fue bastante moderna para la época, considerada hasta por sus críticos como “un modelo en su género” (2). El gobierno Mapuche estableció reglamentos administrativos, ministerios, se aprobaron decretos leyes, se fundó la institución heráldica, se organizó un cuerpo diplomático; y en 1874 acuñó, por primera vez, monedas de carácter nacional, considerada un privilegio que sólo poseen los estados soberanos. Además publicó oficialmente el mapa geográfico de la nación, creó símbolos nacionales tales como la bandera (1861), el escudo (1860) y el himno nacional (1864), es decir, todos los elementos que hoy identifican a un estado nacional moderno.

La campaña del descrédito del Reino de Araucania y Patagonia

A pesar de que la fundación del Reino de Araucanía y Patagonia (RAP) ha sido tergiversada por los portavoces de ambos estados, cuya versión es propagada por los “canales oficiales” y presentada como la verdad incontestable, hoy existe fundamentadas sospechas, por parte de un número creciente de mapuches, en cuestionar la versión oficial, no sólo sobre este hecho particular, sino sobre todos los eventos históricos relacionados con el pueblo Mapuche. Esto ha permitido que los nütramtufe (historiadores mapuche) contemporáneos valoren el conocimiento oral transmitido de generación en generación, que desenmascara los propósitos neocolonialistas y el rol transculturizador que se esconde tras la historia oficial del winka* (extranjero).

Es por ello que la campaña de difamación en contra de los fundadores del RAP, quienes son objeto de continuos embates por parte de portavoces oficiales de la sociedad que hoy nos oprime, ha fracasado porque cada vez tiene menos efecto dentro del pueblo Mapuche y dentro de la Casa Real; la prueba está en que a pesar de 150 años de dicha campaña el Reino sigue vigente. En efecto, éste se ha mantenido inalterable en el exilio en Francia, y no existen voces mapuches significativas que se sumen al coro de la ignominia. En la práctica la propaganda difamatoria contra el RAP representa una intromisión en los asuntos internos del pueblo Mapuche y al negarle credibilidad está enfocada a prevenir su legitimidad jurídica.

El punto de vista, ampliamente divulgado por fuentes no-mapuche ligadas a los intereses de las nuevas republicas, señala que la fundación del Reino fue solo un ‘intento’ promovido por un ‘impostor y/o loco’ que se ‘auto designó’ rey. Esta campaña de descredito estaba orientada a trivializar su fundación para socavar su afianzamiento, permitiéndoles así impedir su reconocimiento internacional. Esta postura les permitiría además disuadir al mapuche de reivindicar, apoyar y participar en el Gobierno Monárquico que, a su vez les provee a estos gobiernos con nuevas armas funestas, para cuestionar la representatividad del Gobierno Mapuche en el exilio. Todos estos elementos de juicios fueron, y aún son, emitidos por portavoces de ambos gobiernos en su propaganda publicitaria que apunta a la destrucción del gobierno monárquico. Para resumir, en el pasado, dichos argumentos permitieron a los gobiernos criollos justificar su posición expansionista, evitando las críticas y neutralizando el cuestionamiento externo sobre la anexión ilegal del territorio Mapuche.

El dilema para las nuevas republicas es hacer frente a la realidad de que por un lado los mapuches no se sienten identificados con una sociedad que los discrimina, que les niega sus derechos humanos y libertades fundamentales, que los trata como ciudadanos de segunda categoría y, por el otro, los mapuches no tienen la menor intención de abandonar su identidad cultural, ni de renunciar a sus derechos territoriales y a la autonomía y a la libre determinación. De la misma forma, la monarquía sigue sustentando ante el derecho internacional los derechos soberanos que le legaron nuestras autoridades ancestrales. Las discrepancias entre la nación Mapuche y los estados nacionales son de tal extremo que ya no sorprende a nadie que haya mapuches que quemen banderas chilenas/argentinas y que renuncien públicamente a su nacionalidad impuesta, tampoco sorprende que los mapuche quieran viajar con sus propios pasaportes y no con el pasaporte del estado opresor, como lo han expresado públicamente ante la ONU y otros foros internacionales.

Hay que destacar que durante el triste periodo histórico de la “Pacificación de la Araucania” y las “Campañas del Desierto” en el que las voces del pueblo mapuche fueron silenciadas, la antorcha de la libertad fue levantada en alto por la Casa Real. Esto ha permitido que la lucha mapuche por la reconquista de sus derechos y de su territorio haya sido permanente.  Entre las iniciativas del RAP destacaron las gestiones ante Europa para un protectorado de la nación Mapuche que garantizara su independencia, soberanía e integridad territorial. El RAP denunció internacionalmente el genocidio contra nuestro pueblo, pidiendo a su interlocutor intervenir ante los estados de Chile y Argentina para que respetaran los derechos humanos individuales y colectivos de la nación Mapuche. La casa real lanzó una amplia campaña, exigiendo el respeto de los derechos soberanos, durante las negociaciones de Chile y Argentina con el arbitraje británico que en 1902 ‘legalizó’ de facto el reparto y división del territorio Mapuche.

150 Aniversario de la Fundación del Reino de Araucania y Patagonia

El 17 del presente mes (noviembre) se conmemora el 150 Aniversario de la fundación del Reino de Araucania y Patagonia, creemos oportuno reconocer el papel preponderante que jugó Orélie Antoine de Tounens en su fundación, su institucionalización y su legitimación en el marco del derecho internacional, así como en el establecimiento de las bases constitucionales que permitió su continuidad en el tiempo.

El Rey Orélie Antoine I fue un visionario, un internacionalista solidario con la causa Mapuche, un personaje adelantado a su época. Trató de humanizar la mentalidad del blanco, reticente a respetar la diversidad cultural y de aceptar como válida la cultura de los pueblos indígenas. Luchó por la igualdad de derechos de todos los pueblos y criticó la discriminación de esos derechos entre naciones grandes y pequeñas, así como las formas de sometimiento de un pueblo por otro. Interpeló por la validez y respeto de las culturas indígenas y denunció la hipocresía de los gobiernos criollos que por un lado levantaban fortalezas en la frontera con la nación mapuche y por otro lado conspiraba su abolición.

Desafiando a los prejuicios sociales, raciales y culturales contra el mapuche, el Rey Orélie Antoine I valoró su cultura, se integró y coexistió en ella, aprendió su idioma e incluso adoptó sus vestimentas, usó sus símbolos como propios, compartió con los líderes mapuches sus luchas y esperanzas por un futuro de pueblo libre e independiente, de paz y libre de agresiones externas. Orélie Antoine I o piche Rey (pequeño rey), como amigablemente le llamaban los Mapuche, se transformó en un embajador, en un verdadero agitador internacionalista en pro de los derechos del pueblo Mapuche, además de defender y promover los principios humanitarios globales que entonces emergían en Europa occidental, como “los derechos del hombre” y “el derecho de gente”.

El Rey Orélie Antoine fue un personaje consecuente, luchó hombro con hombro con los guerreros mapuche, sufrió un trato atroz y vejatorio en las mazmorras de sus enemigos. La situación que hoy sufren los presos políticos mapuches tiene reminiscencias de la detención preventiva de Orélie Antoine que se prolongó por casi 10 meses en cárceles chilenas; fue juzgado y sentenciado por la prensa criolla, quienes se embarcaron en una grotesca campaña para difamar su persona. Se burlaban de él incluso por haber usado el makun (poncho), el trarilonko (banda) y por haberse dejado crecer su pelo a la usanza de los weichafe (soldados mapuches).
___________________

Imagen: Rey Orélie Antoine I

Finalmente tuvo que hacer frente a un montaje judicial; fue procesado y sentenciado por ‘desorden público’, fue acusado de violar leyes chilenas inadmisibles en el territorio mapuche, porque como se sabe Chile no tenía jurisdicción sobre ella. “Enfrentó dignamente el trato carcelario inhumano y vejatorio, que lejos de quebrantar su moral, incrementó su resolución y compromiso con su pueblo que lo eligió como su soberano; destinó el resto de su vida por y para la causa mapuche” (3).

El Rey Orélie Antoine I sentó las bases para que la monarquía persistiera en el tiempo y para ello creo los mecanismos legales e institucionales afines. No le importó si para ello había que sacrificar el orden hereditario por el sistema electivo, buscando en su sucesor, como características fundamentales, la capacidad, la virtud y sobre todo el grado de compromiso con la causa mapuche, cualidades que podrían o no ser acreedores los herederos directo, esto lo demostró en la nominación del Rey Achille I, como su sucesor, quien no era descendiente directo de su linaje familiar.

Denigrado por sus enemigos e incomprendido por sus contemporáneos, Orélie Antoine encontró formidables obstáculos en sus gestiones para obtener el reconocimiento internacional del pueblo Mapuche y el de su Reino. Estas dificultades se vieron acrecentadas por los estereotipos negativos contra los pueblos indígenas, los prejuicios raciales o simplemente por la ignorancia de la larga historia de resistencia del pueblo Mapuche, de su estatus de pueblo independiente, de sus tratados, de su diplomacia, así como de la capacidad política, de negociación y de articular estrategias que históricamente los caracterizó. A esto hay que sumar la incesante propaganda winka, que argumentaba que el territorio del pueblo Mapuche era chileno o argentino, que los “indios” no entienden de monarquía, que nunca han tenido un gobierno central, que eran “salvajes” e “incivilizados”, que fueron “engañados” por un “delirante”, afuerino y “loco”. Esta visión terminó calando en la opinión pública, mientras que la idea de que los mapuches querían adaptar su organización social de gobierno a los estándares internacionales fue totalmente desechada como un proyecto exclusivo de Orélie Antoine.

Príncipe Felipe de Araucania y Patagonia

El Príncipe Felipe de Araucanía y Patagonia, y su gobierno, ha mantenido fielmente los derechos que le fueran legados. Las instituciones de Gobierno siguen vigentes y su visibilidad se expresa a través de actos públicos y ceremonias conmemorativas, además el Príncipe Felipe da entrevistas a los medios de comunicación y toma parte en foros internacionales. Hace uso de sus derechos soberano, el gobierno sigue, entre otras actividades, acuñando monedas y emitiendo medallas conmemorativas y sellos. Asimismo el Príncipe Felipe confiere títulos nobiliarios (raramente), otorga condecoraciones y distinciones a personas que se han destacado en la defensa de los derechos del pueblo Mapuche y del Reino. Todas estas medidas representan la reafirmación de su vigencia, y se ejecutan dentro de una norma gubernamental atribuidas a los estados soberanos, además de ser distintivos importantes para el fortalecimiento de la identidad nacional Mapuche.

Otro de los logros importantes del Príncipe Felipe ha sido desarrollar vínculos con comunidades y organizaciones mapuches, situadas en el Gulumapu, el Puelmapu y en el exterior. Algunos dirigentes mapuches han recibido condecoraciones y títulos nobiliarios y también han pasado a ocupar funciones en el Gobierno en el exilio, ello es una evidencia de la visibilidad de la Casa Real, además de demostrar que es una Regencia de carácter incluyente y accesible a todo el pueblo Mapuche.

Además de mantener vigente a la Casa Real, el Príncipe Felipe, cuyo nombre civil en Francia es Philippe Paul Alexandre Henry Boiry*, ha desempeñado diversas actividades profesionales y funciones públicas. Fue decano, profesor y fundador de la primera facultad de Ciencias de la Comunicación en Francia, periodista, escritor y poeta, fundador y/o representante de una serie de instituciones profesionales, militares, sociales y culturales. Es considerado un pionero en las relaciones públicas en Europa tras la Segunda Guerra Mundial y es fundador de la primera agencia de relaciones públicas en Europa occidental. Por sus méritos personales es acreedor de diversas distinciones, entre las que destacan: Commandeur de l’Ordre des Palmes Academiques por decreto del Gobierno Francés (1992); en 1999 Officier de l’Ordre des Arts et des Lettres, además de recibir en 1969 el Chevalier de L’Ordre National du Merite del Gobierno Francés y en el año 2002 recibió la Medaille de la Reconnaissance de la Nación, y este año (2010) el Gobierno Francés le otorgó la orden al grado de chevalier de la Légion d’Honneur.

Sin embargo, y a pesar de la intensa actividad de su vida personal, el Príncipe Felipe dedica gran parte de su tiempo en actividades en pro de los derechos del pueblo Mapuche. Ha intervenido ante organismos de las Naciones Unidas y otros foros internacionales, a la vez, continuamente da conferencias de prensa con objeto de exponer ante la comunidad internacional la situación del pueblo Mapuche.

Dotado del mandato que le fuera conferido por las autoridades ancestrales de la nación Mapuche y los poderes soberanos que le confiere la Constitución Nacional de 1860, así como por las normas del derecho internacional que les son inherentes, el Príncipe Felipe emitió, el 6 de enero de 2001, el Decreto de Ley que establece las fechas conmemorativas y fiestas nacionales del Pueblo Mapuche. El 8 de abril de 2009, después de las propuestas hechas por los consejeros del Reino, decidió, mediante una Declaración Solemne, declarar ilegal las leyes de facto del estado Chileno en el Wallmapu, asimismo declaró ilegal las actividades comerciales de empresas que explotan los recursos naturales sin el “consentimiento libre e informado de las comunidades mapuche y sus autoridades locales” (4).

Restableciendo los vínculos históricos con el Reino de Araucania y Patagonia

Por iniciativa de un grupo de personas, y ha sugerencia de un número importante de líderes mapuches, lanzamos el 16 de abril de 2010, en el Reino Unido, el Portal Mapuche, entidad vinculada al Reino de Araucania y Patagonia y cuyo objetivo central es facilitar la comunicación y propiciar el diálogo entre la Casa Real y las comunidades mapuches, con miras a ‘restablecer los vínculos históricos entre los mapuche y la Casa Real’ (5).

El hecho de que la Corona es una institución neutral, hace que potencialmente pueda cumplir la función de mediación entre las diversas identidades territoriales del pueblo Mapuche, así mismo ser capaz de impulsar su cohesión y servir de nexo entre las diversas corrientes de opinión existentes en el país mapuche, uniéndolas institucionalmente sobre el concepto de una identidad nacional que no es chilena ni argentina sino Mapuche, que valore y promueva una política de revitalización de nuestros valores culturales y la dignificación de nuestros héroes nacionales, elementos importantes de nuestra lucha por la reconstrucción nacional.

Otro de los elementos importantes que el RAP nos ofrece es la garantía de continuidad y de estabilidad del estado Mapuche, porque al tener su base en el exilio está libre de presiones e interferencias de los estados chileno y argentino. Con la participación mapuche sería posible generar políticas unitarias y coherentes por y para el pueblo Mapuche, además de presentar la elemental unidad de acción.

Este Gobierno siempre ha estado a disposición de los mapuches. A pesar de ser establecido hace casi 150 años sitúa al Mapuche de hoy y del mañana en una posición extraordinariamente ventajosa porque le da la opción de reactivar gradualmente su Gobierno, de acuerdo con la capacidad, los recursos y condiciones del momento. Cuando las condiciones así lo permitan, siempre y cuando sea la voluntad mapuche, en mi opinión, sería deseable que la Casa Real se restableciera en el Wallmapu; decisión, responsabilidad y desafío que enfrenta el mapuche contemporáneo y que ya algunos de nosotros la estamos asumiendo.

Hay que considerar que al oponerse a las incursiones de anexión territorial por parte del Imperio Inca, la lucha del pueblo Mapuche por el respeto de sus derechos soberanos, su independencia, su  territorio y su libertad comenzó antes de que el europeo pisara tierras americanas en 1492. Dentro de este contexto, el pueblo Mapuche sigue siendo uno de los pueblos más antiguo del orbe, que está impedido de ejercer su autonomía y libre determinación que les permita impulsar su propio proceso de desarrollo. Desde el contacto con las potencias europeas, el pueblo Mapuche fue discriminado por su tipo de organización social no-piramidal y desde 1860 por su condición de pueblo indígena.

Conclusión y Perspectiva para el Futuro.

El hecho de que los gobiernos de Chile y Argentina no garantizan el libre funcionamiento de un autogobierno Mapuche en el Wallmapu indica que el fortalecimiento del Gobierno Mapuche en el exilio es, en estos momentos, una necesidad. La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y otros instrumentos internacionales, ratificadas por ambas republicas, establecen ese derecho fundamental, sin embargo el intervencionismo y el permanente estado de opresión, del que el pueblo mapuche es objeto, demuestran que la existencia de un autogobierno en el territorio ancestral Mapuche es una aspiración poco factible.

Sin embargo, con el apoyo y participación del pueblo Mapuche y tomando en cuenta la experiencia de otras monarquías de Europa, el Reino de Araucania y Patagonia podría representar el perfil institucional de la nación Mapuche, porque históricamente simboliza la unidad nacional, y en la actualidad cubre el espacio de un ente unificador que, debido a las condiciones actuales adversas, aún no se perfila en el Wallmapu.

Por otro lado, se hacen cada vez más frecuentes las opiniones de líderes mapuches que se manifiestan partidarios de la necesidad de incentivar el trabajo de relaciones internacionales de la Casa Real. Esta tendencia se explica por el convencimiento que ven en ella una institución que es un patrimonio que pertenece a todo el pueblo Mapuche, porque emergió con bases jurídicas solidas y con apoyo popular que le confirió un mandato irrebatible y por lo tanto es titular de suficiente autoridad moral para desempeñar tal función.

A ello hay que reconocer que la Casa Real ha venido realizando durante 150 años una función de relaciones públicas en Europa y ha logrado algunos avances en el reconocimiento internacional del pueblo Mapuche, logros y experiencias que se debería apreciar en los momentos en que la necesidad de presentar una voz unitaria ante la comunidad internacional, incluyendo la ONU, Unión Europea, UNPO y otros organismos internacionales, se hace cada vez más apremiante.

Por las características especiales de amplio apoyo popular en el que el Reino de Araucania y Patagonia fue fundado, es una prueba suficiente para concluir, sin mayores reservas, que es un instrumento legítimo para exigir nuestros derechos, promover nuestra identidad nacional y nuestros valores culturales a nivel local e internacional. Es por definición un arma jurídica de grueso calibre que desafía a la política integracionista y de asimilación impulsada por ambos estados nacionales. Asimismo, sigue simbolizando la independencia y continuidad de la nación Mapuche y, como en 1860, representa la unidad política y geográfica de los meli wixan-mapu, situados desde los océanos Atlántico al Pacifico al extremo sur del continente americano.

(*) Reynaldo Mariqueo
Conde de Lul-lul Mawidha
Encargado de Asuntos Exteriores
Reino de Araucanía y Patagonia

Vocablos mapuche utilizados

  • Toki = jefe político y militar (comandante en jefe del ejercito)
  • Lonko = autoridad civil local
  • Machi = líder espiritual
  • Winka = blanco, extranjero
  • werken = emisario, mensajero
  • Weupife =  historiador mapuche, especializado en asuntos políticos, civiles y legales
  • Gulumapu = territorio mapuche entre la cordillera de Los Andes al Pacifico
  • Puelmapu = territorio mapuche entre la cordillera de Los Andes al Atlántico
  • Wallmapu = nombre de la totalidad del territorio Mapuche (Araucanía y Patagonia)
  • Nütramtufe = historiador mapuche
  • Fütha Koyog = Asamblea nacional oficial de los meli wixan-mapu
  • Meli wixan-mapu = cuatro regiones políticas y geográficas que componen el territorio ancestral Mapuche

__________________

* Philippe Paul Alexandre Henry Boiry. Además de las distinciones recibidas por las autoridades francesas, el Príncipe Felipe ha recibido un número no menos apreciable de otros países como la Croix des Veterans of Foreing Wars de Estados Unidos de América, la Croix de Guerra Polonaise avec glaive de Polonia y del Vaticano la The Croix d’Or Pontificale de 1º classe de Latran. Hoy a pesar de su avanzada edad sigue vinculado (en diversa capacidad) con asociaciones académicas, además de ejercer el cargo de Presidente Nacional de Combatientes Voluntarios de la Resistencia de Francia.

__________________

Bibliografía:

  1. El Supremo Director del Estado de Chile a nuestros hermanos los habitantes de la frontera del Sud. Carta de Bernardo O’Higgins, Santiago, Sábado 13 de Marzo de 1819.
  2. El Reino de Araucania y Patagonia, Armando Braun Menéndez. Editorial Francisco de Aguirre, S.A. Buenos Aires – Santiago de Chile

  3. Mensaje de Wiñoy Xipantu 2010 del Príncipe Felipe de Araucanía y Patagonia a la Nación Mapuche. Año Nuevo Mapuche – 24 de Junio de 2010.
  4. Declaración Solemne del Príncipe de Araucanía y Patagonia. Dado en Paris, el 8 de abril de 2009.

  5. Restaurando los vínculos históricos con el Reino de Araucanía y Patagonia – Hoy Lanzan Portal Mapuche. Comunicado de Prensa – 16 de abril, 2010

El presente artículo contiene extractos de dos artículos similares anteriormente publicados en esta página, ha sido reeditado y actualizado por el autor.