Pronunciamiento del II Parlamento Mapuche
en Chubut (Puelmapu)
Buenos Aires Chico (Puelmapu), 12 de octubre
de 2003
Los días 11 y 12 de octubre de 2003
realizamos nuestro II Futa Trawun Mapuche en la Escuela Nº
93 del Paraje Buenos Aires Chico (El Maitén). En este parlamento
participamos las comunidades mapuche y mapuche tehuelche Ñankulawen,
Lago Rosario, Costa del Lepá, Futa Huau, Vuelta del Río,
Sepúlveda, Emilio Prane, Mariano Epulef, Pillan Mawida, Gualjaina,
Chacay Oeste, Sierra de Gualjaina, Cañumil, Katrawletuaiñ,
Napal, Paichil Antriau, Ancalao y Quintriqueo; las organizaciones
Pu Weche Lafkenche, Pu Fotum Mapu, Equipo de Comunicación
Mapurbe, Organización de Comunidades Mapuche Tehuelche '11
de Octubre' y Centro Mapuche Bariloche; y pu peñi ka pu lamuen
de las ciudades: Furilofche, El Maitén, Esquel, San Martín
de los Andes, Villa La Angostura y Fiske Menuko. A este segundo
Futa Trawun trajimos nuestras demandas, luchas y pensamientos desde
una vasta porción de nuestro Wallmapuche (Territorio Ancestral
Mapuche), una porción tan vasta que abarca lo que el Estado
argentino ha denominado provincias de Chubut, Neuquén y Río
Negro.
Una vez más reafirmamos que el Futa
Trawun es nuestro único ámbito de representación
genuina y colectiva para acordar estrategias de lucha como Pueblo,
así fue para nuestros kuifikeche y así es para nosotros.
Seguiremos por este camino y no renunciamos a la idea de que en
un tiempo no muy lejano se realicen parlamentos donde estén
presentes hermanos y hermanas de todo el Wallmapuche. En este Parlamento
reafirmamos, como lo hicimos en el anterior, que no reconocemos
los límites trazados por Argentina y Chile, ya sea hacia
fuera como hacia el interior de esos estados. Ni argentinos ni chilenos,
Mapuche.
Las denuncias presentadas fueron muchas y
en muchos casos coincidentes. Los hermanos y hermanas de Sierra
de Gualjaina plantearon que desde hace tiempo demandan al municipio
de Gualjaina la construcción de un puente, sin obtener respuestas.
Situación similar denunció la Comunidad Ancalao, que
reclama la construcción de un puente sobre el arroyo Portezuelo
y la Comunidad Costa del Lepá respecto a la reparación
de la pasarela existente sobre el río Lepá y la construcción
de un puente. La comunidad Futa Huau también recordó
que desde hace más de 5 años el Estado se comprometió
a enripiar el camino, hacer el alcantarillado pertinente y a construir
un puente sobre el arroyo Cañadón Grande, sin haberlo
cumplido.
Estas faltas de respuestas son parte de una
política por la que se promueve el despoblamiento de nuestro
Territorio, ya que no se realizan las obras de infraestructura vitales
que garanticen nuestro desarrollo. El aislamiento al que nos vemos
confinados afecta, entre otras cosas, a nuestra producción
y abastecimiento. Los jóvenes abandonan sus comunidades rurales
ante la falta de perspectivas y falsas promesas de progreso y se
trasladan a las ciudades para amontonarse en los suburbios. En los
campos quedan sólo los ancianos y los terratenientes aprovechan
para usurpar una vez más nuestro Territorio.
Este panorama nos pone a prueba y nos da
margen para practicar nuestra autonomía y capacidad de autogestión,
como lo hicieron los hermanos de la comunidad El Mirador. La falta
de respuestas del municipio de Gualjaina, a su demanda de colaboración
para la apertura de un camino entre esa comunidad y Costa del Chubut,
los llevó a abrir con sus propias herramientas y brazos un
camino de 18 km. que será inaugurado el próximo 1
de noviembre.
A esta política de despoblamiento
se suma el abierto ataque a nuestro Pueblo: desalojos (latentes
en las comunidades Vuelta del Río, Sepúlveda y Pillan
Mawida), violencia directa y persecución jurídica.
El Estado ha optado por criminalizar nuestra lucha y transformar
nuestros reclamos en delitos. No sólo los organismos provinciales
de justicia nos imputan, procesan y condenan sino que la Justicia
Federal ha comenzado a actuar en el mismo sentido. Dos hermanos
han sido procesados por sedición y otros dos se encuentran
imputados por delitos contra la propiedad pública. Intentan
frenar nuestras protestas armándonos causas judiciales en
tanto aumentan el despojo. Actualmente la mayor tensión se
concentra en la Comunidad Vuelta del Río, donde la justicia
ordenó el desalojo de la familia Fermín. Es de público
conocimiento que el terrateniente José Vicente El Khazen,
acompañado del interventor del Instituto Autárquico
de Colonización y Fomento Rural (IAC), pidió al Instituto
Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) 2 millones de pesos
para entregar los 9 lotes en conflicto a la comunidad Vuelta del
Río. Desde este Futa Trawun rechazamos cualquier pago, no
importa la suma. El Khazen usurpó nuestro Territorio y consideramos
que el pago para lograr la restitución del mismo es un premio
por los atropellos consumados.
Otro de los conflictos latentes es con el
grupo italiano Benetton. Este caso es un claro ejemplo de cómo
los terratenientes y las grandes empresas se sirven del Estado para
defender sus intereses y saciar su ambición a cambio de migajas.
La corporación italiana en más de una oportunidad
compró autos 0 km para la policía de El Maitén
y esta con empeño defiende sus intereses. Recientemente la
Compañía Argentina Tierras del Sud (Benetton) compró
un predio en el kilómetro 1440 de la ruta nacional 40, frente
al ingreso su Estancia Leleque. Durante décadas allí
funcionó una estación de servicio ('la agencia') en
breve lo hará un destacamento policial. Tal vez esas mismas
fuerzas sean empleadas para desalojar a las familias mapuche que
se niegan a abandonar las viviendas de la estación ferroviaria
de Leleque. El Estado ha pensado un Plan de Desarrollo Regional
en base a la reactivación de La Trochita. Como lo hace siempre,
cuando piensa en nosotros resuelve profundizar la exclusión.
Habrá desarrollo para los amigos del poder y más carencias
para quienes carecen de recursos.
El Estado ha dejado al descubierto que las
leyes que dicen garantizar nuestros legítimos derechos no
tienen ningún valor. Sólo la unidad de las comunidades
en conflicto y el acompañamiento coordinado de nuestras organizaciones
y comunidades garantizan la efectiva resistencia y lucha ante los
atropellos. Así lo hicieron nuestros kuifikeche (antiguos)
y así lo volveremos a hacer. Los lugares se mantienen trabajando
y desarrollando la cultura, esto nos fortalece para seguir luchando
por nuestro Territorio, más allá de los títulos
de propiedad y las cuestiones burocráticas.
Está demostrado que las instituciones
estatales que dicen atender las demandas de los Pueblos Originarios
no implementan políticas que nos beneficien. El INAI es un
organismo obsoleto y lo es porque no existe una voluntad política
de dar soluciones reales a nuestras demandas. Nunca vamos a permitir
que nos represente y menos avalar que negocie o realice gestiones
en nuestro nombre, tenemos nuestra propia forma de representarnos
y no es a través del Estado que nos oprime. Y como denunciamos
al Estado también denunciamos a los yanaconas que, a pesar
de carecer de representatividad, hablan en nuestro nombre y con
su complicidad legitiman las políticas estatales respecto
a los Pueblos Originarios. Estos yanaconas tienen nombre y algunos
son: Sofía Miñangir, Ambrosio Anqueo, Claudio Tureo,
Oscar Payahuala, Víctor González y Jorge Currumil.
Llamamos a todos los hermanos y hermanas
a no ensuciarse con la política wingka, no hacer caso a los
koilatufe. El Estado no es árbitro o espectador neutro ante
el despojo consumado por terratenientes y empresas locales y multinacionales
sino que es un instrumento de ellos. En el Estado está la
raíz de todos los atropellos que vivimos, ejemplo de esto
es la política de Regularización de "Tierras
Fiscales" implementadas por la provincia de Río Negro.
Las presuntas "tierras fiscales" no son tales sino Territorio
Mapuche y mediante esta política no se regulariza ninguna
situación sino que se consuma un nuevo despojo encubierto.
El otorgamiento de títulos de propiedad individuales a nuestros
hermanos, que demandan la tenencia comunitaria del espacio territorial,
es una sutil manera de romper nuestra forma ancestral de organización.
Esta medida es llevada adelante en momentos en que empresas mineras
realizan cateos en nuestras comunidades y proyectan explotaciones
- similares a las previstas en Esquel - en pueblos como Los Menucos.
El avance minero trae de la mano otros atropellos
a nuestro Territorio, como la construcción de cinco represas
sobre el Río Corcovado (Proyecto La Elena). Estas obras no
fueron pensadas para mejorar el servicio eléctrico de la
población sino para garantizar el suministro a emprendimientos
extractivos.
En la última década el Estado
argentino puso precio a esta porción del Wallmapuche, la
tasación se consumó a través del Proyecto Patagonia
XXI, financiado por el Banco Mundial. Empresas europeas hicieron
un detallado relevamiento de las riquezas que podrían llevarse.
La única vía para garantizar la preservación
del itrofilmogen (todas las formas de vida) y nuestra relación
armónica con él es ejerciendo nuestra autonomía
y viviendo de acuerdo a nuestra espiritualidad.
Una de las vías para alcanzar esa
autonomía es logrando el autoabastecimiento de nuestras comunidades,
lo que impide que el Estado llegue con sus políticas asistencialistas
y sus punteros políticos. Esto es bien sabido por quienes
detentan el poder, por eso se ocupan de que todas las puertas estén
cerradas, como sucede con las barreras sanitarias del SENASA y las
cargas impositivas. Mediante una práctica discriminatoria
no sólo se nos impide comercializar nuestros animales sino
llevar del campo a la ciudad un poco de carne para el autoconsumo.
Y destacamos que son prácticas discriminatorias porque las
mismas reglas no se aplican a terratenientes, como Benetton, o parientes
del poder, como Guajardo - hermano del intendente de El Maitén
-. Estas barreras nos llevan a vender nuestros animales a bajo precio
a los frigoríficos de la zona, que monopolizan el mercado.
Ante la imposibilidad de disponer de lo producido
debemos abandonar nuestras comunidades buscando una mejor subsistencia.
Es claro que el autoabastecimiento nos permite fortalecer la resistencia,
nos da confianza en nuestras fuerzas y organización. La resistencia
continua, lo demostraron las comunidades Quintriqueo, Prane, Futa
Huau y Huisca Antieco con la recuperación de sus territorios,
lo demuestra Vuelta del Río, que impidió el desalojo.
POR TERRITORIO, AUTONOMÍA Y LIBERTAD
II Parlamento
Mapuche
Fuente: puelmapu@terra.com.ar
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