Portada | Indice | Noticias | Documentos | Medio Ambiente | Archivo | Foro | Calendario Eventos | Enlaces | Nosotros

Argentina - Mapuches:

Un camino de racismo, exclusión y resistencia

Lamgen, Argenpress, Ecotopía, 15 de mayo, 2003

Por: Hernán Scandizzo

Toda la política que se aplica desde el Estado apunta a hacer desaparecer ideológicamente a los pueblos originarios. La campaña de exterminio que se generó el siglo pasado no pudo ser aplicada en su totalidad y por lo tanto nuestra existencia es una realidad que el Estado acepta como irremediable.

Lo que sí se busca es hacernos desaparecer en el aspecto cultural-ideológico, como estructura de pensamiento, como sistema de vida. (Jorge Nahuel werkén -mensajero- de la Coordinación de Organizaciones Mapuche de Neuquén)

A fines del siglo pasado el conquistador criollo, el europeo fracasó en el intento, inició la ocupación militar del Wallmapu (Territorio Mapuche) y el sistemático genocidio del Pueblo Mapuche.

La matanza que cubrió de sangre la región más austral de América del Sur fue bautizada con eufemismos: en la Puel Mapu (Tierra del Este, Patagonia argentina) se la llamó 'Conquista del Desierto' (1879); en la Gulu Mapu (Tierra del Oeste, actuales Octava, Novena y Décima Región de Chile) 'Pacificación de la Araucanía' (1882).

Así se consolidó la fase principal de la segunda conquista de esta región de América, la llevada adelante por los estados nacionales. Pero a pesar de tanta muerte este pueblo sigue vivo a ambos lados de la Cordillera de los Andes, casi dos millones de mapuche distribuidos en todo su territorio lo confirman.

La idea de 'desierto', utilizada a fines del siglo XIX se manifiesta hoy en aras de la tercer conquista, la llevada adelante por los capitales globales. Los estados nacionales obvian nuevamente la existencia de los indígenas o los condenan a una muerte lenta. En la Gulu Mapu, por ejemplo, los mapuche han sido confinados a la marginalidad y la extrema pobreza tras la confiscación sistemática de su territorio y sus recursos.

En la actualidad los guluche sufren los índices más altos de mortalidad infantil, desnutrición, desocupación y alcoholismo de todo Chile. Según el último estudio estadístico sobre la pobreza en aquel país, por la falta de atención médica, alimentación y salubridad, es decir, condiciones básicas de vida, los originarios viven 10 años menos que los chilenos.

Estas políticas de exterminio 'democrático' no son aplicadas solamente en detrimento del Pueblo Mapuche, actualmente el 35,6% de la población indígena en el estado chileno se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Es decir, los más pobres entre los pobres. Estas estadísticas son una evidencia más de la institucionalización del racismo en aquel país.

Si bien no disponemos de estadísicas, el racismo institucional en la Puel Mapu está a la vista. Cualquier persona que visite una ciudad patagónica verá que los barrios periféricos de éstas, es decir, los que carecen de la infraestructura necesaria para el buen desarrollo de sus habitantes, son poblados mayormente por mapuches.

Al mismo tiempo, como una muestra de ilimitada perversión, sobre esta marginación los partidos políticos montan su maquinaria clientelar. Uno de los pilares del Movimiento Popular Neuquino -fuerza populista que desde hace más de 30 años dirige los rumbos de esa provincia norpatagónica- era, y en parte sigue siéndolo, el voto salido de las comunidades indígenas.

La pobreza estructural que el MPN generaba y genera, era y es explotada para ganar las elecciones. Lo mismo hacen los partidos Justicialista y Radical en las provincias de La Pampa, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.

€La emergencia Puelche-Mapuche.­ 'La situación de las masas indígenas en América Latina es una de las mayores urgencias de la política del continente. Emerge desde la historia profunda americana la exigencia de las voces indígenas'. José Bengoa, La emergencia indígena en América Latina.

A fines de la década del '80 y principios de la del '90 comenzó en la Puelmapu, un proceso de recuperación territorial. Un proceso que no sólo se da al interior del Pueblo Puelche-Mapuche sino que se enmarca dentro de otro que engloba a todos los Pueblos Originarios del continente.

El sociólogo chileno José Bengoa denominó este proceso como 'emergencia indígena'. Esta emergencia contempla otras reivindicaciones, diferentes o complementarias, de las que se expresaron durante más de ochenta años de políticas indigenistas. Durante ese período tanto desde sectores indígenas como no indígenas se buscaba la 'integración del indio' a la sociedad nacional.

Las demandas abarcaban desde la adjudicación de tierras a mejoras de caminos y construcción de escuelas y puestos sanitarios. Los reclamos de los originarios en nada se diferenciaban de los planteados por los pobladores rurales, el respeto a su identidad no figuraba, mucho menos sus derechos colectivos.

Por esos años se acuñaron frases tan bienintencionadas como nefastas: 'Los mapuches son los verdaderos dueños de las tierras, porque son los primeros argentinos'. Pero los mapuches no son ni dueños de la tierra -porque se consideran parte de ella- ni argentinos -ya que ese Estado junto al chileno le puso la soga al cuello-, son mapuches.

La diferencia fundamental está allí, en las últimas dos décadas la identidad se ha convertido en el eje de la lucha. Se siguen pidiendo mejoras de caminos, escuelas, etc., pero también se habla de educación intercultural, de derechos territoriales, demandas propias de pueblos, no de campesinos.

La afirmación de la identidad y del derecho mapuche por parte de algunas organizaciones urbanas y rurales estimuló la reconstitución de buena parte de las comunidades mapuches existentes en la norpatagonia, 46 en la provincia de Neuquén y 20 en la de Río Negro, que agrupan a alrededor de 11.000 personas.

Este 'florecer' muchas veces se da en el marco de conflictos. Por ejemplo la comunidad Kaxipayñ (en Loma de la Lata) demandó el reconocimiento estatal en medio del enfrentamiento con la petrolera Repsol YPF; lo mismo sucedió con las comunidades Gelay Ko (en Zapala) y Logko Purran (en Cutral Co) que enfrentan a otras petroleras Alberta S.A. y Pioneer S.A., respectivamente.

Esta estrategia -a la que apelan los mapuches para contar con una serie de instrumentos legales con los que enfrentar a corporaciones, terratenientes y al mismo Estado- en la mayoría de los casos es acompañada por un movimiento reculturante. Es decir, junto a la demanda territorial algunas comunidades comienzan a recuperar tanto sus prácticas comunitarias cotidianas como sus ceremonias: su cultura.

En el caso de esas tres comunidades se trata de grupos humanos que habitaron un lugar durante muchas décadas sin asumirse como comunidad mapuche y que al ser afectadas por la actividad petrolera demandaron el reconocimiento de sus derechos como pueblo.

Pero también se da el caso de familias que hace décadas fueron expulsadas de sus comunidades hacia las ciudades hoy deciden recuperar territorio para desarrollar allí su cultura y afrontar de la mejor manera la crisis económica de la región.

Si bien este proceso de recuperación territorial fue acompañado por un reconocimiento formal de los derechos de los pueblos originarios por el Estado, como siempre la legislación está condicionada a los intereses de los sectores de poder. En síntesis, más allá de las leyes aún perdura la reticencia estatal a reconocer en la práctica el derecho de las comunidades.

Ante esta situación los mapuches recurren a la acción directa, en la que intervienen varias comunidades además de la afectada directamente. Por ejemplo, en 1998, la comunidad Futa Huau (en Chubut) fue acompañada por sus pu peñi ka pu lamgien (hermanos y hermanas) de Gualjaina, Sierra de Gualjaina, Vuelta del Río, Prane y de la ciudad de Esquel cuando decidió cortar los alambrados que la separaban de 1000 has. de su territorio.

Esta negación estatal se profundiza aún más con la crisis económica que atraviesa la Argentina. Al avance de los terratenientes y las corporaciones transnacionales sobre el Wajmapu, que se acentuó en las últimas décadas, se suma la posibilidad de que en los próximos meses el Estado -nacional y provincial- comience a vender 'tierras fiscales' para generar recursos y paliar dicha crisis. 'Tierras fiscales' que en muchos casos son comunidades mapuches sistemáticamente desconocidas por el Estado

 

Subir


Enlace Mapuche Internacional. Copyright © 2002.
Para toda información relacionada con esta pagina, incluyendo diseño, contactar info,
click aquí